miércoles, 12 de octubre de 2016

FERIA ESTATAL DE LA BIODIVERSIDAD 2016. ESTELLA



FERIA ESTATAL DE LA BIODIVERSIDAD EN ESTELLA

Aquí estamos recién llegadas de Estella, donde gracias a las compas de la Red de semillas de Navarra que organizaron la XVII feria de la biodiversidad agrícola, tuvimos tres días donde redes de semillas de todo el estado se encuentran para compartir experiencias y vivencias, mientras se suceden las actividades, formación interna y asamblea, charlas, mesas redondas, paseos y un mercado donde se pudieron conseguir semillas de variedades campesinas de todo el estado.
La feria marca el inicio de la semana por la biodiversidad cultivada, con la que se pretende visibilizar la situación de las variedades locales. Precisamente durante las jornadas pudimos escuchar una charla sobre los peligros a los que se enfrenta el cultivo de variedades tradicionales por parte de los/as campesinos/as, siendo las principales amenazas la pérdida de variedades (en el último siglo se perdió el 75% de la diversidad cultivada, y se prevé que en los próximos años hasta 2050 se pierda un tercio más de la actual), el uso de transgénicos, la propiedad intelectual (con los derechos de patentes y de obtentor vegetal, que ejercen presión total sobre la producción y restringen el uso/derecho de agricultores sobre la semilla y su reproducción) y el control corporativo (teniendo en cuenta que 3 grandes empresas controlan más del 60% de la producción de semillas y agroquímicos). Este contexto nos lleva a recordar porqué es tan importante nuestra lucha por la variedades locales, las que campesinas de todo el planeta llevan adaptando y mejorando toda la vida, adaptables a diferentes climas, heterogéneas, seleccionadas localmente y no sólo a nivel de productividad, sino también por su sabor, su resistencia y su adaptación a las condiciones particulares de cultivo de su zona de selección. Semillas de plantas que no dependen tanto de los insumos y que por ello pueden minimizar la huella ecológica de la agricultura.
Pudimos asistir también a la presentación del libro «cuadernos de viaje» de Marc Badal, en el que a través de diversas historias sobre semillas y su reproducción nos acerca al pasado y al estado actual del uso de las semillas por parte de campesinos y empresas, como la historia de una variedad de altramuz que fue recogida por un botánico soviético, posteriormente robada por los nacionalsocialistas durante la segunda guerra mundial, transportada a chile por un científico nazi y finalmente registrada por la empresa del hijo de éste, que pasaría a convertirse en filial de monsanto.

La feria fue, como cada año, un buen momento para ponernos al día sobre la delicada situación de las variedades campesinas, pero también para emocionarnos al ver el trabajo que se hace por todo el estado por diferentes colectivos por el derecho de cualquier agricultor a reproducir y comercializar variedades adaptadas a sus circunstancias.







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